Rebelde trae nostalgia a los fans con su reciente gira

Escrito por Yerehny Limón

Los fanáticos de la banda mexicana Rebelde en Los Ángeles finalmente revivieron sus recuerdos de la infancia y cantaron a sus anchas en las últimas actuaciones musicales de la banda en los Estados Unidos, que tuvieron lugar en el BMO Estadio del 18 al 22 de octubre.

Rebelde, también conocida como RBD, fue originalmente producida en argentina, pero la nueva versión mexicana de 2005 convirtió el programa y al grupo en una sensación mundial. La telenovela siguió a seis estudiantes que asistían a la misma escuela privada y no tenían nada en común además de su amor por la música.

La telenovela estuvo al aire durante dos años y el grupo continuó dando conciertos incluso después de que el programa terminó la producción. Sin embargo, en 2009 el grupo decidió disolverse y centrarse en el trabajo en solitario y a principios de 2023 el grupo anunció su gira de regreso.

Después de esperar casi 10 meses para ver a RBD con mi familia por primera vez desde que tenía cuatro años, me alegré mucho de verlos cantar otra vez. Al llegar al estadio, donde había un mar de blazers y faldas rojas, supe que no era la única que esperaba pacientemente que llegara el día. A pesar de que el grupo había declarado previamente que su compañero Alfonso Herrera no participaría en las actividades de la gira del grupo, todavía estaba emocionado de ver a Anahí, Dulce María, Maite Perroni, Christian Chávez y Christopher von Uckermann.

El nombre de la gira rinde homenaje a su canción más popular y su letra icónica, “Soy Rebelde”. El título permitió a los fans sentir nostalgia y recordar que el mensaje del grupo que es “ir en contra del estatus quo”, sigue siendo relevante hoy en día.

El concierto comenzó con “Tras de mí”, donde descendieron de una plataforma suspendida con una banda en vivo tocando junto a ellos. Las pulseras luminosas que cada aficionado recibió al entrar al estadio estuvieron sincronizadas con las luces del escenario durante todas sus actuaciones. Sus actuaciones en el escenario brillan intensamente mientras los fans cantan en voz alta junto a los miembros del grupo.

Los miembros de la banda dejaron que la audiencia cantara sus partes y demostraron que cantaban en vivo mientras bailaban durante todo el concierto La primera mitad del concierto consistió en algunos cambios de vestuario y canciones grupales. Luego, los miembros tendrían la oportunidad de cantar una de sus canciones en solitario. Comenzó con Uckermann y terminó con Anahí y luego descendía de diferentes plataformas suspendidas o se elevaba del suelo. Después de su actuación en solitario se reunieron una vez más como grupo.

Cada actuación en solitario tenía aspectos que representaban al miembro de la banda o algo que querían resaltar. Chávez tuvo un video de apertura donde mostraba su relación gay antes de sentarse en una silla King y cantar “I Wanna Be The Rain”. Terminó su etapa teniendo banderas del Orgullo en pantalla grande. Anahí descendió de una plataforma suspendida en forma de estrella, rindiendo homenaje a la estrella icónica que solía usar en el programa y cantó “Sálvame”.

Terminaron el espectáculo caminando hacia los blazers rojos antes de cantar su última canción, “Rebelde”. Los asistentes al concierto sintieron nostalgia por el grupo cuando regresaron a lo que convirtió al grupo en una sensación de éxito a principios de la década de 2000.

La producción del concierto no fue perfecta ya que hubo muchos cambios de vestuario y dentro de esos cambios un silencio incómodo antes de que la banda comenzara a tocar el comienzo de la siguiente canción. La situación se volvió un poco preocupante cuando algunos asistentes al concierto abandonaron sus asientos durante una actuación de los coristas del grupo. Sin embargo, su presencia general y energía en el escenario compensaron el incómodo silencio.

El sonido general del concierto fue increíble. Dependiendo de dónde te sientes en el estadio BMO, a veces puedes escuchar el eco de la canción. Sin embargo, la calidad del audio y las voces de los miembros se podían escuchar claramente y se notaba que, incluso con todo el baile y los saltos que hacían, estaban cantando en vivo. La banda hizo un buen trabajo manteniendo al público entretenido y emocionados para la siguiente parte del concierto.

De todos los miembros, Anahí tuvo las mejores interacciones con los aficionados. A menudo se quedaba atrás, saludaba o lanzaba besos a los aficionados antes de alcanzar al resto del grupo.

RBD es uno de los pocos grupos dentro de la comunidad musical latina que puede disolverse por más de 10 años, pero aún mantiene su base de aficionados. Su consentimiento les recuerda que sus fans pueden ser ellos mismos o incluso rebelarse contra el estatus quo de la sociedad y les permite sentirse vistos y escuchados. Las actuaciones en solitario de los miembros demostraron la importancia de ser uno mismo sin importar lo que los demás puedan pensar. “Soy Rebelde” podría haber sido el final de las actividades del grupo, pero su mensaje de rebelarse contra la sociedad seguirá vivo y será un mensaje importante para que los aficionados lo lleven a lo largo de sus vidas.

Foto cortesía de Jose A. Mosqueda 

 

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