Estudiantes protestando en el otoño pasado, antes de la revisaron de la regla  | Andre Davancens

Time, manner, place (Tiempo, modo y lugar): como la regla revisada del CSU afecta los estudiantes 

Escrito por Ava Uhlack y traducido por Samantha Valdez, Sept. 18, 2024

El sistema de la Universidad Estatal de California (CSU) promulgó este semestre un reglamento revisado de Time, Place and Manner (Tiempo, Modo y Lugar), que establece lo que se puede y no se puede hacer con respecto a las manifestaciones de libertad de expresión. 

La política, promulgada el 21 de agosto, aborda las pautas, tanto nuevas como existentes, para los estudiantes que deseen demostrar públicamente sus creencias en los campus de CSU. Algunas inclusiones más recientes prohíben que los manifestantes crean campamentos para pasar la noche o usar mascarillas durante sus demostraciones.  

La política también define cuáles lugares dentro de un campus se pueden usar para las manifestaciones, definidos como espacio público, espacio semipúblico y espacio privado. Los espacios públicos son accesibles para todos y se puede utilizar para las manifestaciones, si no intervienen con las actividades de la universidad y permanecen decentes.  

Los espacios semipúblicos son propiedades de la universidad que pueden estar públicas, pero se puede restringir su uso para manifestaciones públicas por cuestiones de seguridad o por operaciones comerciales. Cualquier pregunta sobre el uso de los espacios se puede realizar a través de la universidad para posibles reservas. 

Los espacios públicos incluyen cualquier vía peatonal, el parque universitario y el escenario universitario. 

Todos los espacios no designados como de propiedad pública o limitada, pero que sean propiedad de la universidad, incluyendo el interior de las aulas y los edificios, se clasifican como espacios no públicos y no se pueden utilizar para demostrar.  

Por ejemplo, el Departamento de Drama, el Centro de Estudiantes Bronco y la Casa Kellogg están incluidos como espacios limitados. Sin embargo, cada ubicación mencionada sólo se puede utilizar para actividades específicas, por ejemplo el uso de la Casa Kellogg para bodas y el Centro de Estudiantes Bronco para conferencias o reuniones. 

El personal docente participando en una manifestación en lo que se consideraría un espacio público el otoño pasado | Cortesía de Andre Davancens

En cuanto a los espacios privados, estos incluyen el edificio uno, el Colegio de Agricultura (Huntley College of Agriculture), el Colegio de Diseño Environmental (College of Environmental Design) y la mayoría de los demás edificios del campus que incluyen aquellos que albergan sesiones de clases, pero no se limitan a ese único propósito. 

“La política tiene como único objetivo garantizar que estamos protegiendo la libertad de expresión de todos,” dijo Jason Lu, director interino de Participación, Liderazgo y Éxito Estudiantil (Student Engagement, Leadership and Success). “Es importante saber que estamos tratando de crear un entorno en el que los estudiantes comprendan que, además de la universidad, nos aseguramos de que todos, sin importar su origen o sus creencias, tienen derecho a estar en nuestro campus.” 

Dentro de la página de Cal Poly Pomona sobre políticas de libertad de expresión hay un enlace a la política de toda la CSU, así como al apéndice del CPP que enumera pautas más específicas de la universidad para las manifestaciones, incluyendo el horario de funcionamiento del campus y una lista de todas las ubicaciones del campus, así como su clasificación de público, semipúblico o privado. 

También se incluye en esa página un enlace a la política actual de libertad de expresión para los empleados representados por sindicatos, como su política permanece la versión anterior de la política de uso de terrenos, y un proceso de consulta se llevará entre sindicatos para discutir la nueva política de time, place, and manner. 

Esta política no quita la capacidad de una persona o personas de manifestarse o protestar públicamente por sus creencias ni disminuye sus derechos de la Primera Enmienda, sino que establece un conjunto de principios que los manifestantes deben cumplir para garantizar la seguridad pública, según Lu. 

“Si dicen que se puede usar el césped, pero no a la una de la mañana, está bien, constitucionalmente,” dijo Peter Hanink, profesor adjunto del departamento de sociología. “Si dicen que se puede usar el césped, pero no se puede poner música a todo volumen e interrumpir las clases o arrancar el césped, está bien.” 

En Nueva York, específicamente en Central Park, existía la preocupación de que, si se producía una protesta, la propiedad podría resultar dañada, por lo que tener restricciones para proteger el campus está bien, según Hanink. 

En el Club Rush, los clubes recibieron un folleto sobre la política de tiempo, modo y lugar, libertad de expresión, discurso de odio, comprensión del Título VI y cómo manifestarse. 

Club Rush es un evento que se realiza un par de veces al año y que permite a diferentes clubes y grupos colocar una exhibición en una mesa para atraer la atención de posibles nuevos miembros. La fecha del evento varía de un año a otro, pero generalmente se lleva a cabo en el primer mes del semestre durante un par de días, según los calendarios escolares anteriores. 

Nicole Martin, la programadora de los Bronco Youth Democratic Socialists of America (Bronco YSDA), un grupo de estudiantes de CPP que se consideran socialistas o demócratas, estaba en el evento cuando recibió uno de los panfletos sobre la libertad de expresión y las manifestaciones. 

Grupos como Bronco YDSA y Estudiantes por la Justicia en Palestina son ejemplos de grupos que participaron en manifestaciones públicas la primavera pasada. 

“Si ibas a hacer una manifestación, tenías que comunicarte con el Bronco Leadership Center (Centro de Liderazgo) antes y ellos tenían la discreción de decir: ‘No, eso no puede suceder,’” dijo Martin. “Puedes hacer una protesta que sea disruptiva pero sin ser caótica. La gente no protesta porque quiere salir lastimada; la gente protesta porque siente que es el último recurso.” 

A pesar de un correo electrónico enviado por la vicepresidenta de Asuntos Estudiantiles y la decana de Estudiantes, Christina Gonzales, quien anunció la política en el campus el 26 de agosto, algunos estudiantes todavía parecían desconocer su creación. 

“Me pregunto de qué manera la gente está tratando de hacer público este tema ahora que no hemos escuchado nada al respecto,” dijo Joanna Vasquez, una estudiante de biología ambiental. “Me pregunto si están tratando de mantenerlo oculto a los estudiantes. Es un tema muy serio y me pregunto por qué no se habla de ello.” 

Angela Caliz, estudiante de arquitectura paisajística, que también no era consciente sobre la regla y dijo que deseaba que se hubiera hablado de ella en sus clases. 

“Siento que es muy constreñido por persona a persona, que si tenemos valores que no acuerdan con la escuela, siento que debemos estar libros hablar sobre ellos,” dijo Caliz. “Además debemos tener permiso para ocultar nuestra identidad si lo escogemos, porque hay gente que quieren usar su voz, pero no desean que su identidad sea conocida por cualquier razón, personal o de seguridad.”  

Sin embargo, no todos los estudiantes tenían la misma opinión y sienten que las políticas eran un beneficio para el campus. 

“Estoy absolutamente de acuerdo por la libertad de expresión y de protestar por sus creencias, pero pienso que debería haber algunas reglas sobre lo que pueden hacer los manifestantes,” dijo Isaac Gonzales, un estudiante de administración de empresas. “Pueden dañar edificios y otras casas, y pienso que reglas como esta haría que las demostraciones sean más calmadas y justas políticamente.”  

Después la demostración contra Lockheed Martin en campus en marzo, estudiantes que presuntamente han violado la política de conducta estudiantil fueron interrogados para discutir los eventos y para determinar si había una violacion de la política con la oficina de conducta estudiantil e integridad.  

Por eso, si los estudiantes hubieran cometido una infracción, las posibles consecuencias incluían la prohibición de ingresar al campus, la pérdida de ayuda financiera, la suspensión e incluso la expulsión, de acuerdo con el código de conducta estudiantil. En cuanto a la posible disciplina si violan la política revisada, la Oficina de Conducta Estudiantil e Integridad no respondió a los comentarios a tiempo para su publicación, pero las consecuencias enumeradas en el sitio web del CSU son similares. 

 

* Para leer esta historia en inglés, haga clic aquí.*

 

Imágenes destacadas cortesía de Andre Davancens 

 

 

Verified by MonsterInsights