Escrito por Ashley Cruz, Octubre 18, 2022
Soy una mujer, estudiante de primera generación y Mexicana. Siempre se me ha hecho difícil entender qué es lo que se requiere de mí en la universidad para sentirme incluida y cómoda conmigo misma. Me despierto sintiéndome de una manera “inferior” a los demás cuando no debería sentirme así. Al finalizar mi día, cuando llego a casa por fin siento que puedo respirar y realmente ser yo.
Cuando paso los pasillos de la universidad veo que cada estudiante está solo y en su propio mundo. Es como si todos estuviéramos sellados con un letrero a favor de no molestar’.
Síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que hace que aquellas personas piensen que no llegan a la altura de los demás. El síndrome del impostor ha sido un problema visto en 7 de cada 10 personas en el mundo y aunque el término no se escuche tanto, mucha gente ha pasado por esto.
¿Por qué será que nos sentimos así? ¿Podría ser que a lo mejor no fuimos expuestos a altos requerimiento en nuestras vidas? Siempre estuvimos cerrados mentalmente a todo lo demás que no fuera la casa o escuela? Estas son preguntas que yo me hago diariamente.
Cambié mi manera de pensar exponiéndose con gente diferente a mi y uniéndome a círculos que nunca pensé formar parte de ellos.. Yo pensaba que mi cultura o estereotipos contra los Hispanos era un desafío para simplemente formar una amistad. A través del tiempo me di cuenta de que estaba luchando conmigo misma y esos pensamientos me excluían de los demás.
El síndrome del impostor es algo que yo empeze a tener en mi primer año en Cal Poly Pomona. Básicamente fui aventada a un mundo desconocido, sin saber con quien hablar o cual persona era la persona correcta que podría responder a mis preguntas “ilógicas”.
El síndrome del impostor es algo que admito en decir que todavía tengo. Hasta el día de hoy siento que hay gente con la que hablo y simplemente siento que no puedo ser realmente yo. No puedo dejar de pensar en que tengo que hablar con un acento neutralizado. Me acuerdo que soy mujer y tengo que representarme con educación e inteligencia. Yo represento a mi familia y como la única hija yendo a la universidad siento la presión para ser la mejor en todo lo que hago. Siento que no tengo campo para cometer errores ya que yo misma me pongo altas expectativas.
Trato de recordarme a mí misma que también soy humana. Soy una persona que simplemente quiere hacer lo que pueda para superarme a mi misma y proveerme un mejor futuro. Más que nada quiero liberarme de mis pensamientos internos.
En las familias, los primogénitos siempre batallan más en entender todo ya que son los primeros en realizar nuevas cosas y obtener nuevos logros. Nosotros mismos tenemos que ver que estamos ‘poniéndonos las pilas’ y que en verdad estamos haciendo lo mejor que podemos.
El síndrome del impostor puede ser una batalla muy grande. Nosotros como Hispanxs y Latinxs tenemos que enseñarnos a nosotros mismos que valemos lo mismo que cualquier otra persona. Si, tenemos diversos acentos, pero, estamos puestos en esta vida para hacer lo que queramos con dedicación y orgullo. Así que dejemos de dudar de nosotros mismos, y empecemos a vivir de manera más positiva día a día.
Feature image by Sharon Wu