Escrito por Alondra Tamayo y traducido por Samantha Valdez, Nov. 12, 2024
El club folclórico de CPP, Zapateando del Corazón, le ha dado la bienvenida a nuevos miembros quienes desean aprovechar más sus herencias latinos.
Marilyn Leiva, una exalumna de CPP de primera generación, cree que la representación es importante. Ser una bailarina de folclórico por más de 14 años, decidió tomar los próximos pasos y dirigir un grupo folclórico en CPP para desarrollar inclusión en la comunidad latina.
Como coordinadora de baile, Leiva dijo que folclórico muestra el rico patrimonio cultural de la danza folclórica y sirve como una expresión dinámica de identidad y comunidad.
“Nuestra misión es levantar a nuestros bailarines y asegurarlos de porque están bailando y recordarlos porque esto es importante”, dijo Leiva. “A veces se pierde el significado, pero representamos nuestros ancestros y cultura. A través de la danza, compartimos nuestra historia”.
Folclórico es una forma de bailar, como el claqué, que celebra la cultura mexicana. Cada movimiento, traje, y nota musical dice una historia, preservando tradiciones centenarias que habían pasado de generación en generación, de acuerdo con Leiva.
Sus raíces tienen origen en los rituales indígenas y las influencias españolas. Folclórico es la personificación de la esencia de las regiones diversas de México, capturando la esencia natural de resiliencia, alegría y espíritu de la gente. También se refiere a varias danzas tradicionales de diferentes estados y regiones de México, según un artículo de Dance Spirit.
“Mi meta principal siempre es preservar la tradición y riqueza de la cultura folclórica en México”, dijo Leiva. “Creo bailes que coinciden con sus propias regiones, y cada región tiene un vestuario único y diferente”.
Zapateando del Corazón es ofrecido a todos los estudiantes en CPP que disfrutan la tradición y bailar. Con vestimenta colorida, maquillaje y danza, los estudiantes pueden encontrar placer en el club a través de bailar, la oportunidad de reconectar con raíces latinas y crear conexiones significativas con otros estudiantes de la misma herencia.
Siendo de origen étnico negra, salvadoreña, y mexicana, Leiva da la bienvenida a todos a unirse al club.
“A nosotros no nos importa raza, identidad, étnica, no nos importa nada de esto”, dijo Leiva. “En este punto, cuantos más, mejor. Si quieres convertirte en parte de este club, y parte de la familia, que es tan inclusivo y acogedor, este es el lugar para estar”.
Cada práctica consiste en aprender sobre nuevas regiones y los pasos de baile de la área específica. Tres horas de entrenamiento cada domingo deja que los miembros mejoren sus habilidades de baile y aprendan unos de otros. El club tiene una membresía gratuita, sin embargo, requieren que los miembros compren su propia vestimenta y zapatos de claqué.
La vicepresidenta del club Miriam Velásquez describió el folclórico como forma de sentirse liberada y parte de una comunidad.
Velásquez ayuda al club a ganar más publicidad para sus interpretaciones. Ellos colaboran con la banda de mariachi de CPP donde bailan mientras la banda toca. También han planeado participar en el evento del Día de los Muertos que tendrá lugar el 7 de noviembre en Bronco Commons, donde mostrarán sus bailes.
“Tratamos de llegar a dondequiera que veamos eventos para ver si podemos bailar allí”, dijo Velasquez.
Los miembros también tienen la oportunidad de asistir a “Dazantes Unidos Festival”, una convención de baile colocada en Fresno, California. El club asiste durante un fin de semana en marzo, donde los miembros pueden practicar y aprender nuevas habilidades y técnicas de maestros folclóricos profesionales de todo el mundo, incluyendo México.
La convención es una oportunidad para que los miembros establezcan contactos y conozcan gente de otras compañías de danza, según Velásquez.
Estos eventos de vinculación también permiten a los miembros crear una sensación de familia y comodidad.
“Estamos construyendo una comunidad y haciendo amigos en el proceso con la esperanza de convertirlo en un espacio seguro para que cualquiera pueda unirse”, dijo Velásquez.
Miembro del club, Julián Vásquez, describió folclórico como una celebración de cultura. Vásquez había bailado folclórico antes y decidió unirse al club porque extrañaba la sensación que le producía.
“Empecé a bailar porque mi papá me hizo”, dijo Vásquez. “No fue hasta los 9 años cuando me interesé más cuando vi a estudiantes universitarios bailar y vi que se lo estaban pasando genial”.
Siendo uno de los tres integrantes masculinos del club, Zapateando del Corazón le permitió conectarse con su pasión por el baile y la música. Le encanta la forma en que la danza y música lo ayudan a conectarse consigo mismo y con su herencia.
“Cuando escucho música, me conecto fácilmente conmigo mismo y con mi cultura”, dijo Vásquez. “Pero una vez que empiezo a bailar, todas mis preocupaciones desaparecen y comienza la diversión”.
Imagen destacada cortesía de Zapateando del Corazó
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