Escrito por Alondra Tamayo y traducido por Samantha Valdez, Oct. 16, 2024
Eric Santana, un estudiante de comercialización y gestión de indumentaria, conectó con su cultura latina a través de dedicarse al diseño de moda. Santana cree que su aspiración por el mundo de la moda no es coincidencia, como es hijo de padres mexicanos quienes eran costureros.
Según el College Board 54% de los 25.000 estudiantes universitarios en Cal Poly Pomona (CPP) son latinos. Cada estudiante tiene una historia y se unen con su herencia y aceptan su cultura por una miríada de pasatiempos, incluyendo arte e intereses personales.
“He podido aceptar mi cultura aprendiendo más sobre mi herencia familiar”, dijo Santana.
Escuchando las historias de sus padres, Santana aprendió que su padre trabajaba en una fábrica manufacturera y conoce las máquinas que Santana usa para sus diseños.
“A veces me gusta pensar que a lo mejor siempre tuve la costura en mi sangre”, dijo Santana.
En aprender más sobre el pasado de sus padres, le dio cuenta a Santana que la costura y el diseño de ropa empezó con su familia, lo que le permitió sentirse más conectado con su herencia.
Aunque los pasatiempos de él no conectan completamente a su herencia, Santana dijo que la historia de sus padres cuando eran costureros si lo hace. A través de la moda, Santana no solo puede aprender más sobre su herencia, sino también aprende y se conecta con culturas diferentes por medio de de hacer investigaciones sobre sus historias con el mundo de la moda.
Santana no es el único que se conecta con su familia y su cultura a través de interés, otras personas tienen historias similares.
Jessica Hernández, una estudiante de administración de empresas, tiene raíces salvadoreñas. Al crecer, su madre le enseño como hacer pupusas, un plato salvadoreño popular hecho de masa y rellenas con la opción de frijoles, queso, carne o verduras, que se ha expandido a muchos países de Latinoamérica.
Hernández compartió que en cada día festivo, su familia hace pupusas para sus queridos. Ella expresó que es lo que reúne a todos.
“Es una locura pensar que algo tan chico como un plato me hace sentir tanto amor por mi cultura”, dijo Hernández.
Según Hernández, hacer pupusas se ha convertido más como un pasatiempo para ella. En vez de esperar algunos meses para una celebración para hacerlos, ella los hace cada semana y comparte con sus amigos.
“Hacer pupusas para mis amigos los guía a comprender mejor mi cultura sin usar palabras”, dijo Hernández. “Verlos disfrutar cada mordida y presumir de ellos ante sus familias me hace querer pasar este pasatiempo a mis generaciones futuras”.
Para Emily Torres, una estudiante de psicología, ser latina es muy importante. Como estudiante universitaria de primera generación, Torres aspira a lograr todas sus metas académicas para ella misma y sus padres. Como hija de padres argentinos, ella dijo que viendo fútbol la ha dejado conectar con su herencia y se ha convertido en uno de sus pasatiempos favoritos.
“Aunque soy latina, nunca me he sentido lo suficientemente latina porque vivo en los EE. UU., y ninguna vez he visitado a Argentina”, dijo Torres. “Viendo la más reciente Copa Mundial con mi familia cambió mi experiencia con mi lado latina en total”.
El fútbol es un deporte mundial que no solo une millones de gente, también une a Torres con sus raíces y le da un sentido de pertenencia en su comunidad. Torres nunca jugó fútbol, pero creció viendo la mayoría de los partidos con su familia.
Torres estaba en un restaurante argentino la mañana de la Copa Mundial en enero del año 2022, el partido de Argentina versus Francia. Torres pudo sentir el entusiasmo de cada alma en el restaurante cuando Argentina tomó la delantera durante la tanda de penales.
“Viendo como todos en mi familia se juntaron con otros argentinos por la Copa Mundial lleno mi corazón con alegría”, dijo Torres. “Nunca había visto tanta conexión a través de un partido. Solo tomó un partido para sentir que pertenecía, porque no solamente estábamos celebrando la victoria de Argentina, sino nuestra victoria como argentinos”.
Según Torres, la admiración que su familia tiene por el fútbol y por el jugador argentino, Lionel Messi, los mantiene conectados. A través de este amor, se realizan reuniones, tradiciones y celebraciones.
Durante la victoria de Argentina, Torres observó que todos en el restaurante se unían entre emoción, alegría, lágrimas y brazos. Torres se dio cuenta que no le importaba que ella fuera argentina-americana. En ese momento, todo lo que importaba era disfrutar la energía emitida de cada persona rodeándola.
“Acepto a mi cultura a través de ver deportes con mis queridos”, dijo Torres. “Creo honestamente que los deportes unen a todos, aunque no son parientes. Los deportes juntan la comunidad para recordarnos a que pertenecemos, a pesar de ser argentino-americano”.
Imagen destacada cortesía de Unsplash
*Para leer esta historia en inglés, haga clic aquí.